Adán Strand no está deprimido. No está más que aburrido. Molesto. Así que él se mata -39 veces. No importa el método, Adam parece que no puede permanecer muerto, se despierta después de cada suicidio con vida y sin daño físico, más decidido a tener éxito y sin arredrarse por las preocupaciones de los demás.
Pero cuando su ideal de permanecer contenido y absorto en sí mismo, se desvía, Adán es golpeado por la realidad de que la vida es una red de impacto cada vez mayor que tiene las conexiones forjadas, y que nada, ni siquiera la muerte puede romper esos lazos.
A la venta en 2013 (sin fecha exacta determinada)
(T. por Entre Papel y Letras)
1 comentarios:
Wow suena interesante, ¿nada mas se suicida por diversión?
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